CORAZÓN DE JESÚS,  SACIADO DE OPROBIOS

 

 

Meditación  vigésimo-primer día 

Letanías al Sagrado Corazón de Jesús

Las 12 Promesas de Nuestro Señor a los devotos de su Sagrado Corazón

 

 

 

Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti.
Para que con tus santos te alabe.
Por los siglos de los siglos. Amén.

 

 

CATEQUESIS DEL PAPA JUAN PABLO II

CORAZÓN DE JESÚS,  SACIADO DE OPROBIOS

Ángelus, 24 de agosto de 1986

"...Las Palabras de las letanías del Sagrado Corazón de Cristo nos ayudan a releer el Evangelio de la pasión de Cristo. Repasemos con los ojos del alma aquellos momentos y acontecimientos desde la captura en Getsemaní al juicio de Anás y de Caifés, la encarcelación nocturna, la sentencia matutina del Sanedrín, el tribunal del Gobernador romano, el tribunal de Herodes, la flagelación, la coronación de espinas, la sentencia de crucifixión, el vía crucis hasta el lugar del Gólgota, y, a través de la agonía sobre el árbol de la ignominia, hasta el último "Todo está cumplido". Corazón de Jesús, saciado de oprobios..."

CORAZÓN DE JESÚS,  SACIADO DE OPROBIOS

 
 
Queridos hermanos y hermanas:

1.Las Palabras de las letanías del Sagrado Corazón de Cristo nos ayudan a releer el Evangelio de la pasión de Cristo. Repasemos con los ojos del alma aquellos momentos y acontecimientos desde la captura en Getsemaní al juicio de Anás y de Caifés, la encarcelación nocturna, la sentencia matutina del Sanedrín, el tribunal del Gobernador romano, el tribunal de Herodes, la flagelación, la coronación de espinas, la sentencia de crucifixión, el vía crucis hasta el lugar del Gólgota, y, a través de la agonía sobre el árbol de la ignominia, hasta el último "Todo está cumplido". Corazón de Jesús, saciado de oprobios.

2.Corazón de Jesús -el corazón humano del Hijo de Dios-, tan conocedor de la dignidad de todo hombre, tan conocedor de la dignidad de Dios-Hombre.

Corazón del Hijo, que es Primogénito de toda criatura: tan conocedor de la peculiar dignidad del alma y del cuerpo del hombre; tan sensible por todo lo que ofende esta dignidad: "saciado de oprobios".

3.Recordemos las palabras de Isaías profeta: "He aquí a mi Siervo, a quien sostengo yo; mi elegido, en quien se complace mi alma... El dará el derecho a las naciones. No gritará, no hablará recio... No romperá la caña cascada ni apagará la mecha que se extingue" (Is 42,1-3). "Como de El se pasmaron muchos, tan desfigurado estaba, su aspecto, que no parecía ser de hombre" (Is 52,14). ... Varón de dolores y familiarizado con el sufrimiento, y como uno ante el cual se oculta el rostro, menospreciado sin que le tengamos en cuenta" (Is 53,3).

4. Corazón de Jesús saciado de oprobios! Signo de contradicción ... "Y una espada atravesará tu alma ... " (Lc 2,34-35).

LA ADORACIÓN DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO

 

La adoración del Santísimo Sacramento es una expresión particularmente extendida del culto a la Eucaristía, al cual la Iglesia exhorta a los Pastores y fieles.

Su forma primigenia se puede remontar a la adoración que el Jueves Santo sigue a la celebración de la Misa en la Cena del Señor y a la reserva de las sagradas Especies. Esta resulta muy significativa del vínculo que existe entre la celebración del memorial del sacrificio del Señor y su presencia permanente en las Especies consagradas. La reserva de las Especies sagradas, motivada sobre todo por la necesidad de poder disponer de las mismas en cualquier momento, para administrar el Viático a los enfermos, hizo nacer en los fieles la loable costumbre de recogerse en oración ante el sagrario, para adorar a Cristo presente en el Sacramento.

De hecho, "la fe en la presencia real del Señor conduce de un modo natural a la manifestación externa y pública de esta misma fe (...) La piedad que mueve a los fieles a postrarse ante la santa Eucaristía, les atrae para participar de una manera más profunda en el misterio pascual y a responder con gratitud al don de aquel que mediante su humanidad infunde incesantemente la vida divina en los miembros de su Cuerpo. Al detenerse junto a Cristo Señor, disfrutan su íntima familiaridad, y ante Él abren su corazón rogando por ellos y por sus seres queridos y rezan por la paz y la salvación del mundo. Al ofrecer toda su vida con Cristo al Padre en el Espíritu Santo, alcanzan de este maravilloso intercambio un aumento de fe, de esperanza y de caridad. De esta manera cultivan las disposiciones adecuadas para celebrar, con la devoción que es conveniente, el memorial del Señor y recibir frecuentemente el Pan que nos ha dado el Padre". (Directorio sobre la Piedad Popular y la Liturgia, año 2002, punto 164) 

ORACIÓN 

 Oh Dios Todopoderoso y Eterno, mira el Corazón de tu amantísimo Hijo, las alabanzas y satisfacciones que en nombre de los pecadores te ofrece y concede el perdón a quienes te piden misericordia en el nombre de tu mismo Hijo, Jesucristo, el cual vive y reina contigo por los siglos de los siglos. Amén.

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